Perfumes de Marly

Si bien Luis XV pasó la mayor parte del reinado en el Palacio de Versalles, Marly era su lugar de diversión. El Palacio de Marly era un palacio de recreo. Su séquito estaba estrictamente limitado, pues el protocolo real se dejaba de lado para dar paso a la alegría, la decadencia y las celebraciones extravagantes. La corte del rey estaba tan obsesionada con las fragancias que se la conocía como la «corte perfumada»: bolsas, abanicos, guantes e incluso las fuentes estaban perfumadas. Parfums de Marly lo aprueba con entusiasmo.

Fragancias inigualables. Una perfumería auténtica que rinde homenaje al savoir-faire francés sin aferrarse a las viejas costumbres. Composiciones audaces que se atreven a desafiar las normas. El arte de vivir del Château de Marly se plasma en cada aroma refinado. Ingredientes preciosos. Cada frasco, una inmersión en el esplendor de lo invisible.