Hablar antes de actuar: Hamid Merati-Kashani
Amouage Interlude Man:El ojo de la tormenta
Este no es un aroma para los cautelosos. El hombre del interludio Comienza con una explosión de orégano e incienso, penetrante y ahumada como un cambio repentino de clima. Al principio, hay una sensación salvaje, un torbellino de especias y profundidad, pero espera. En el fondo, hay calma. Un corazón de ámbar, opopónaco y cuero se alza entre la tormenta como la luz del fuego entre el humo.
Es potente, emotiva y dramática en el mejor sentido de la palabra. Esta fragancia narra la historia del caos que se transforma en claridad. Es para quienes llevan pasión y paz en el alma.
Al usarlo se siente como mantener tu propia posición, sin importar lo que te rodea.
Memo Irish Leather:El camino abierto
En Cuero irlandésSe puede oler la libertad. Una ráfaga de gálbano verde, enebro intenso y vetiver herbáceo te transporta al corazón del campo. Pero no es dulce ni suave. El cuero llega silenciosamente y luego se queda, seco y fuerte como un fiel compañero.
Hamid creó esta fragancia como un paisaje. Respira. Cambia. Se mueve contigo. Un momento, es viento en tu nuca. Al siguiente, es tierra bajo tus botas. Hay una especie de romance salvaje en ella, pero también claridad.
Es un perfume para viajeros, para pensadores, para cualquiera que encuentre la paz en el movimiento.
Memo de cuero africano:Calor y pulso
Dónde Cuero irlandés es viento, Cuero africano Es fuego. Este perfume no se detiene. Abre con intensidad, con cardamomo y azafrán, y luego se transforma en algo seco y profundo, con vetiver y pachulí como base.
El cuero aquí es crudo y seguro. Pero nunca áspero. Se siente como una piel calentada por el sol, como el redoble de tambores en la distancia. Hay algo primario en él, algo que toca un instinto más profundo.
Este perfume es puro ritmo y movimiento. Úsalo cuando quieras dominar el ambiente sin necesidad de alzar la voz.
Amouage Fate Woman:Una flor en oro
Ahora, el romance. Mujer del destino Es una de las creaciones más opulentas de Hamid. Comienza con un destello —cítrico, pimienta, un toque de canela— y luego se despliega en un campo dorado de rosas, narcisos e incienso. Todo brilla. Todo reluce.
No es un floral ligero y bonito. Es un floral envuelto en terciopelo, con toques de ládano y vainilla, y con un toque de musgo de roble y resinas. Se siente antiguo y moderno a la vez, como una reina que lleva perlas y secretos.
Llevarlo puesto es como recibir un beso en la mano a la luz de una vela. Atemporal, suntuoso, inolvidable.
Memorándum de Marfa:Ojos que todo lo ven
Inspirada en Marfa, un pueblo del desierto texano, esta fragancia es pura magia. Hamid toma el nardo, una flor que puede resultar abrumadora, y le aporta sobriedad. Su salida es luminosa, con flor de azahar y agave, y luego se suaviza en un corazón cremoso, lleno de serena belleza.
La base de almizcle blanco y cedro le aporta elevación y estructura. Huele a aire cálido, algodón suave y luces lejanas. Es misteriosa, pero nunca fría. Melancólica, pero con los pies en la tierra.
Este es un perfume para soñadores, para observadores, para aquellos que ven historias donde otros ven polvo.
Una firma en cada nota
Hamid Merati-Kashani no solo compone perfumes. Los crea. Como la arquitectura, se puede oler. Su formación en ingeniería y tradición de Oriente Medio le otorga a su obra un equilibrio único: artesanía meticulosa y emoción apasionada.
Utiliza materiales atrevidos —cuero, especias, resinas— y, sin embargo, nada resulta áspero. Sabe cómo suavizar los bordes, redondear la agudeza hasta convertirla en algo sensual. Sus perfumes tienen peso, pero también transpiran.
A menudo encontrarás incienso, maderas o toques animales en sus composiciones, pero siempre domados por la elegancia. Te sentirás como si llevaras algo excepcional, algo noble.
Para aquellos que anhelan presencia
Estos perfumes no están hechos para desaparecer. Están hechos para ser recordados. Ya sea que quieras dejar una estela perdurable o conservar tu fragancia, Hamid te da las herramientas para elegir. Sus aromas proyectan confianza, pero nunca arrogancia. Respetan el espacio que ocupan.
Crea para quienes no temen sentir profundamente. Para quienes saben que la vulnerabilidad puede ser poderosa, que la audacia puede ser hermosa y que la fragancia no se trata solo del olfato: se trata de la memoria, la identidad y el espíritu.
El hilo emocional
Lo que distingue la obra de Hamid es su carácter personal. Incluso cuando la composición es grandiosa, siempre hay un momento de intimidad. Una nota que te recuerda algo de hace mucho tiempo. Un detalle que roza el borde del corazón.
Sus perfumes son paisajes emocionales. Los usas y te transportas, no solo a un lugar, sino a una versión de ti mismo. Aquel que se mueve con propósito, que habla con claridad, que entra en una habitación y lo dice en serio.
Pensamientos finales
Hamid Merati-Kashani crea perfumes con alma. Son estructurados pero humanos, complejos pero nunca confusos. Llaman la atención y luego la recompensan.
En un mundo lleno de cosas efímeras, su obra nos recuerda lo que significa crear algo perdurable. Algo hermoso. Algo audaz.
Así que encuentra tu aroma. Deja que hable por ti antes de decir una palabra. Deja que te envuelva como una promesa. Y deja que te recuerde que una fragancia, hecha con el corazón, no es solo lo que llevas puesto. Es en quién te estás convirtiendo.