En el corazón de Barcelona, donde la brisa mediterránea transporta susurros de historia y arte, Ramón Monegal crea fragancias que trascienden el mero aroma: son historias, emociones y recuerdos embotellados con cuidado. Nacido en la ilustre familia Monegal, fundadores de la estimada casa Myrurgia, Ramón representa la cuarta generación de perfumistas, un linaje que antaño sirvió a la familia real española.
La trayectoria de Ramón en la perfumería comenzó en 1972, sumergiéndose en la rica tradición del oficio familiar. Su pasión lo llevó a perfeccionar sus habilidades bajo la tutela de reconocidos perfumistas de Ginebra, Grasse y París. Esta diversa formación le inculcó un profundo aprecio por las técnicas clásicas y el arte innovador.
En 2009, impulsado por un deseo de libertad creativa, Ramón fundó su marca homónima, Ramón Monegal. Aquí, canaliza sus inspiraciones —literatura, arquitectura y el vibrante espíritu de Barcelona— en cada fragancia. Cree que el perfume es un lenguaje invisible, capaz de transmitir emociones y narrativas complejas sin palabras.
Cada creación de Ramón es un capítulo de su antología olfativa. «Flamenco» captura el apasionado ritmo de la danza española, fusionando notas de frambuesa, rosa y oud para evocar una sensación de ardiente elegancia. «Iris Imposible» rinde homenaje a la esquiva belleza de la flor del iris, entrelazando delicados acordes florales con un toque de misterio.
La colección "Ibiza" transporta a quienes la usan a playas soleadas, con aromas como "Flower Power" y "Café del Mar" que encapsulan el encanto despreocupado de la isla. Estas fragancias no son solo perfumes; son viajes sensoriales que invitan a revivir recuerdos preciados o a soñar con lugares lejanos.
La dedicación de Ramón a su oficio es evidente en cada aspecto de su trabajo. Desde la obtención de las mejores materias primas hasta el diseño de sus exclusivas botellas inspiradas en tinteros, se asegura de que cada elemento refleje su compromiso con la excelencia y la autenticidad. Sus perfumes no tienen género, son atemporales y resuenan con aquellos que buscan profundidad y carácter en sus aromas.
En un mundo donde dominan las fragancias producidas en masa, Ramón Monegal se erige como un faro de la perfumería artesanal. Sus creaciones son expresiones íntimas que invitan a quienes las usan a embarcarse en viajes personales a través del aroma. Con cada botella, no sólo ofrece una fragancia, sino una historia esperando ser contada.