Alexandra Carlin: Tejiendo palabras para crear fragancias
El viaje de Alexandra Carlin hacia la perfumería es un testimonio del poder de la inspiración y la determinación. Originalmente aspiraba a ser escritora, pero su camino dio un giro transformador a los 18 años cuando escuchó a un perfumista hablar en la radio. Ese momento encendió una pasión que la llevó de los estudios literarios al mundo de los aromas. Decidida a seguir esta nueva vocación, Alexandra emprendió estudios científicos para ser admitida en ISIPCA, la reconocida escuela de perfumería francesa. Su dedicación dio sus frutos y se embarcó en una carrera que combina a la perfección su amor por contar historias con el arte olfativo.
Los primeros pasos de la carrera de Alexandra los llevó a Dior Parfums, donde contribuyó a fragancias icónicas como Dior Homme y Pure Poison. Bajo la tutela del estimado Maurice Roucel, perfeccionó un enfoque experimental para la creación de fragancias, enfatizando la profundidad emocional y la narrativa. Su paso por Symrise consolidó aún más su reputación, dando lugar a colaboraciones con marcas como Amouage, BDK Parfums y Diptyque. En 2024, se unió al equipo de fragancias finas de IFF con sede en París, aportando su perspectiva única a un público más amplio.