En el corazón del mundo de la perfumería, Shyamala Maisondieu se erige como un faro de creatividad e innovación. Sus fragancias no son simples aromas; son historias, emociones y recuerdos capturados en una botella. Nacida en Malasia de padres indios y malayos, la educación multicultural de Shyamala ha influido profundamente en sus creaciones olfativas, infundiéndoles una mezcla única de sensibilidades orientales y occidentales.
Su incursión en el mundo de la perfumería comenzó con una licenciatura en ingeniería química, camino que la llevó a descubrir el complejo arte y la ciencia de la creación de fragancias. Perfeccionó sus habilidades en la prestigiosa Escuela de Perfumería Givaudan de Grasse, Francia, donde conoció a su futuro esposo y colega perfumista, Antoine Maisondieu. Esta formación sentó las bases de una carrera que la llevaría a crear perfumes para algunas de las marcas más reconocidas del mundo.
El enfoque de Shyamala hacia la perfumería es a la vez poético e innovador. A menudo se inspira en recuerdos de su infancia, incorporando notas como el frangipani y el jazmín, que evocan los exuberantes paisajes de su tierra natal. Sus composiciones son conocidas por su dramatismo y romanticismo, combinando la comodidad con una sensualidad exótica. Tiene una predilección por combinar polos opuestos, creando fragancias que resultan familiares e inesperadas a la vez.
Una de sus creaciones más célebres es "Idôle" de Lancôme, una fragancia que redefine el clásico aroma a rosas con un toque moderno. En colaboración con las perfumistas Adriana Medina-Baez y Nadège Le Garlantezec, Shyamala creó una fragancia que encarna el empoderamiento y la feminidad. La fragancia presenta un acorde "Clean & Glow", testimonio de su capacidad para innovar dentro de los marcos tradicionales.
En "Velvet Orchid" de Tom Ford, Shyamala explora la opulencia de las notas florales, creando una fragancia lujosa y sensual a la vez. La fragancia es una sinfonía de miel, ron y orquídea que envuelve a quien la lleva en un cálido abrazo. Su colaboración con Tom Ford también incluye "Bois Marocain", una fragancia que captura la esencia de la madera de tuya marroquí, demostrando su versatilidad al trabajar con diversas paletas olfativas.
El trabajo de Shyamala con marcas nicho realza aún más su destreza creativa. En "Atlas Fever" de Ex Nihilo, se adentra en el mundo de las especias y las maderas, creando una fragancia que evoca la calidez del desierto y el encanto de tierras lejanas. Su colaboración con Carner Barcelona en "Palo Santo" da lugar a un aroma místico y reconfortante a la vez, que fusiona la sacralidad de la madera de palo santo con la cremosidad del haba tonka.
Su capacidad para capturar la esencia de un lugar o una emoción es evidente en "Coach Dreams", una fragancia que narra la historia de un viaje por carretera a través de Estados Unidos. La fragancia combina notas de naranja amarga, gardenia y flor de cactus, creando una imagen de aventura y libertad. De igual manera, "Terre de Lumière" de L'Occitane en Provence, cocreada con Calice Becker y Nadège Le Garlantezec, se inspira en la hora dorada de la Provenza, combinando miel, lavanda y almendra para crear una fragancia radiante y cálida.
La dedicación de Shyamala a su oficio no ha pasado desapercibida. En 2019, recibió el Prix International du Parfum, en reconocimiento a sus importantes contribuciones a la industria de la perfumería. Sus creaciones continúan resonando entre el público de todo el mundo, trascendiendo fronteras culturales y geográficas.
Más allá de su experiencia técnica, las fragancias de Shyamala están imbuidas de un sentido narrativo. Cada aroma es una narrativa, un viaje que invita a quien lo usa a explorar nuevas emociones y recuerdos. Su origen multicultural le permite incorporar diversos elementos en sus composiciones, creando fragancias que son a la vez universales y profundamente personales.
En un mundo donde la perfumería a menudo se adhiere a las tendencias, Shyamala Maisondieu se destaca como una perfumista que se atreve a ser diferente. Sus aromas no son sólo fragancias; son experiencias, cada una de ellas un testimonio de su arte y su visión. A través de su obra nos invita a embarcarnos en viajes olfativos que perduran mucho después de la primera pulverización.